
Nunca pensé
que dejándote entrar en mi vida
te daba derecho a derrumbarla,
acabar con mis sueños.
Di amor y confianza.
Dejaste mi vida fría, vacía,
llena de dudas
y buscando respuestas.
Estoy sola.
Abriste una ventana
mostraste maravillas;
al final fueron solo espejismos.
Hoy en esas ventanas
veo solo desiertos.
Mi vida pende de un hilo
frágil,
y solo
puedo decir que siento
el frío de la soledad,
el dolor de la traición,
el vacío del desamor;
no en mi cuerpo
que esta enfermedad padece,
solo en mi alma.
P@scu@